miércoles, 7 de enero de 2009

Perfume medio vacío. Reto Shimetzu

Hace unos días mi amigo Shimetzu ( que se lee pacientemente todo lo que escribo, gracias!! ) me propuso un reto... supongo que quiso probar mi imaginación o me quiso tener ocupada un ratillo jaja pero me retó a escribir un relato rápido sobre un objeto que el me dijera, el tema me lo tenia que inventar yo. Total, que me pareció muy gracioso y me tocó la moral y dije: ¡ voy a ponerme a prueba, haber que sale de mi cabezota! jaja y el objeto que me puso fue: un frasco de perfume medio vacío. Yo le dije: ¿ vacío? y el me lo dejó claro ( me hizo mucha gracia) : no , no MEDIO vacío jajaja. Así que pensé en dicho frasco y puse en marcha mi máquina de inventar relatos inverosímiles y he aquí el resultado. Lo publico porque, a pesar de que debido a la rapidez con el que lo hice creo que se podría pulir un poco, me gustó el resultado y él me dio el visto bueno.

No sé como he llegado a ser lo que soy. Quizás si me paro un instante a recordar el comienzo de todo llegaría a entenderme pero no quiero hacerlo por miedo a eso, a entenderme. No hay razón para hacer lo que hago y por ello trataré de retrasar mi juicio personal y así no me torturo. Ya me juzgarán en su día y prefiero que lo hagan otros.

Hoy, como cada viernes me dispongo a cumplir con el ritual que llevo practicando desde hace tanto tiempo. Pero por algún motivo, hoy el peso de la consciencia es más grande de lo normal. “Poison” de Dior… no recuerdo porqué elegí este perfume. Quizás en su día me gustaba su olor, hoy lo detesto. ¿Cuánto queda? ¿Cuanto más va a durar esto? El frasco esta medio vacío. Ya queda menos. ¡Ironías del destino! Mi tortura medida por la cantidad de perfume que queda en el frasco. ¿Cuando llegué a tal nivel de irracionalidad? Cada día miro el frasco y pienso que cuando lo vea vacío todo habrá acabado. Me puse ese final y espero ser lo suficientemente fuerte como para cumplirlo. Me hice una promesa a mi misma, cuando se acabara el perfume se acabaría todo.

Empieza mi rito. Cada noche de viernes me preparo con sumo cuidado y cuido cada detalle para que mi objetivo alcance el éxito. Me preparo un baño espumoso y me sumerjo en el para limpiar mi cuerpo de toda imperfección. Me lavo el pelo de manera esmerada y lo cepillo hasta conseguir que quede totalmente liso cayendo por mi espalda y brillante. La belleza en mi ritual es algo básico. El maquillaje tiene que ser perfecto, ni muy recargado ni muy vulgar. Debo estar espléndida. Aunque la imagen que me devuelve el espejo es de una persona sin rastro de alma y desgraciada, al acabar mi preparación emano un aire de seguridad en mi misma y ¿Por qué no? De algo que parece felicidad. ¡Que falsa apariencia! me repugno y no doy signos de ello, y eso me repugna aun más. Para hoy he escogido un vestido de seda blanco con un poquito de escote de pico. No hace falta enseñar más, con el paso del tiempo he aprendido que a veces es más efectivo insinuar que enseñar. Y por último, el perfume. Su olor me ha facilitado siempre el trabajo, es un olor que deja rastro al pasar y eso no deja indiferente.

Salgo a al calle escondida debajo de un abrigo largo. Hace frío esta noche. Quiero acabar rápido. Entro en un bar que normalmente suele estar muy frecuentado los viernes por la noche y nada mas quitarme el abrigo y dejar a relucir todo lo que he estado preparando delicadamente en casa, se me acerca un hombre. Típica charla sin sentido. ¿Que haces con tu vida? ¿De que trabajas? No me interesa así que voy al grano. Le invito a dar una vuelta, solos. Acepta encantado.

Conozco cada callejuela y el tráfico que hay en las mismas y por ello mi paseo se centra en las calles menos transitadas. Hoy iré al parque central. A parte de drogadictos y jóvenes rebeldes fumando sus primeros porros no habrá mucho más. A medida que vamos andando él se siente más orgulloso de su próximo triunfo. Inocente, cree que hoy va a ser su día de suerte y no sabe que yo no voy a ser como una de las “cualquiera” que busca cada viernes por la noche. Yo tengo una peculiaridad que me distingue. Seguimos andando y entramos al parque. Miro alrededor, no hay nadie. Le miro a los ojos. Se lo que piensa. ¡Cerdo!. Es ahora o nunca. Empiezo a sentir esa sensación que me abarca todo el cuerpo. Es esa ansiedad por matar. Es una rabia contenida que te empuja a encontrar al primero que ves en la calle para descargarla. Abro el bolso, me acerco para fingir que voy a besarle y…hmmm.


Me encanta la sensación del cuchillo cuando atraviesa un órgano. Al principio cuesta pero una vez que está dentro desliza. Ha debido ser un golpe certero porque no le ha dado tiempo a reaccionar. De su boca sale sangre, caliente y de un color muy vivo. La arteria ¡bingo! No puedo parar, saco el cuchillo y se lo clavo una y otra vez, hasta que cae desplomado al suelo.
Está muerto, y ha sido muy aburrido. Apuesto a que si alguna vez pensó como iba a morir nunca hubiera apostado a que seria de esta forma y menos que su asesino no había disfrutado…

Me quedo mirando su cuero inerte y no puedo evitar llorar. ¿Porque he llegado a esto? Quiero parar y no puedo... ¡Me odio! Pero a la vez necesito la descarga de adrenalina que me proporciona matar a una persona. Cada vez lo disfruto menos pero no puedo parar…me siento fatal, es horrible. Sé que en lo más profundo quiero que alguien se dé cuenta y me frene y si profundizo más en mis sentimientos deseo que me maten. No puedo vivir con esta culpa.

El frasco de perfume esta medio vacío. Cada viernes utilizo varias gotas y me propuse que cuando me echara las últimas gotas todo esto acabaría. Y así haré…


Ya solo queda medio frasco, ya solo queda medio frasco…ya solo…queda…medio…





5 comentarios:

Emma Núñez dijo...

Menudo reto y menuda historia Shania!!
No creo que pueda dejar de matar cuando se le acabe el perfume. Lo suyo es adicción, como el fumar. O ¿acaso es el perfume el que la lleva a actuar así?

Un abrazo.

Lucho dijo...

Escribes muy bien, sinceramente. hacia mucho no leia algo tan inspirador.

Se que no nos conocemos pero me gsutan los retos, si tienes alguno en mente me lo dejas saber.

*o*

saludos!

asesino_en_la_noche dijo...

Pura maestría del arte del suspense e intriga. Hazlo una serie... hasta que se agote el flasco.

Shania dijo...

Emma: gracias por pasarte por el blog! No lo habia mirado por ese lado..el perfume es una medida de cuánto durará su adicción, pero ¿ Y si es el olor el que le hace asesinar? Muy bueno ¿eh? Gracias!Besos.

Secret Post: Gracias por pasarte y si te ha gustado aún mas! jaja. Pues respecto al reto si quieres te puedo poner uno, ¿ te parece? Ya veré que me invento. Besos.

Asesino_en_la_noche: Gracias! La verdad es que no me habia planteado hacer una continuación pero si tengo tiempo quizás retomo esta historia vale? Un beso!

Shimetzu dijo...

Creo que todo lo que te tenía que decir sobre este relato te lo comenté por el messenger, realmente me sorprendió que escribieras algo así. Aunque como siempre me encantó.

La manera de describir todo lo que piensa la chica, las sensaciones, los sentimientos y lo que ve...me encanta, realmente me embriaga!

Me vino de perlas para distraerme mientras estaba picando código..!

Un beso muy grande...y no respires tranquila, pronto te caerá otro! (Cuando termines examenes!)